Las materias primas con las que trabajan los museólogos son, sobre todo, los objetos, desde piedras hasta cuadros pintados, pasando por porcelanas y corpiños: todo ello es materia de estudio, catalogación, preservación y exposición. Los educadores trabajan con personas, y su materia prima acostumbran a ser pequeños y jóvenes singular psique procedentes de la enseñanza reglada. Todos coinciden en ocasiones en un espacio común: el museo. Es en el museo donde procuran objetos con el propósito de ilustrar sus lecciones o preparar las preguntas para la lección próxima. De manera frecuente, no obstante, unos y otros olvidan que los objetos depositados en los museos pueden ser, asimismo, instrumentos didácticos; de hecho, en dependencia de de qué manera los tratemos, estos objetos pueden convertirse en centros de interés capaces de organizar en torno a sí multitud de contenidos. La mayor parte de estos objetos pueden relacionarse con conceptos, temas y debates con los que la escuela pretende enseñar. La meta de este manual es exactamente instruir a tratar los objetos de museo como herramientas educativas. Para esto se recurre a una educativa que hace del objeto el centro de interés y que lo convierte en el aliado del enseñante. ...