Frente a la ola prohibicionista en torno al planeta taurino, Francis Wolff maneja en este libro razonamientos paradójicamente on-line con los que suponen que hacen un bien eliminando las corridas de toros. Tras bastantes años, se ha liberado una campaña contra las corridas y por su prohibición. Wolff no ataca los motivos de esta movilización prohibicionista y piensa que su fundamento es espléndido, mas aduce que este movimiento no tiene presente los peligros ni contradicciones que proclama la «pretendida liberación animal» en frente de la cultura humanista, entre otros muchos, los perjudiciales efectos ecológicos de la prohibición. Además de esto le atribuye un profundo desconocimiento de los valores y de todo lo que brota de la tauromaquia. Si solo fuera por el espléndido espectáculo de las corridas, no habría tantas disculpas para eludir su eliminación. Conforme Wolff, hay que proteger este espectáculo por el hecho de que es bueno éticamente, y para comprenderlo nos ofrece sus cincuenta razones. ...